El 8 de septiembre de 1995, un descubrimiento que cambiaría la historia arqueológica peruana tuvo lugar en la cima del majestuoso Nevado Ampato, a 6,380 m.s.n.m. A las 17:15 horas, el explorador Miguel Zárate, acompañado por Johan Reinhard y su equipo, halló el cuerpo congelado de una joven ofrendada al Apu, conocida posteriormente como Juanita o La Dama del Ampato.
Este hallazgo, extraordinario por el nivel de conservación del cuerpo, reveló detalles únicos sobre los rituales ceremoniales incas y su cosmovisión. La Princesa Ñusta, como fue denominada, habría sido sacrificada como parte de un rito ancestral en honor a las montañas sagradas.
A pesar de los reconocimientos internacionales y los aportes realizados al conocimiento histórico, es lamentable que algunos intenten minimizar o borrar la participación de quienes hicieron posible este hallazgo. Sin embargo, este descubrimiento sigue siendo considerado uno de los más grandes del siglo XX debido a su relevancia científica y cultural.